Ya sea por falta de información, por
dificultades en nuestra vida cotidiana o porque nos encanta apoltronarnos
frente a la televisión, en España, uno de los países con mayor porcentaje de
obesidad infantil de todo el mundo, carecemos, por norma general, de buenos hábitos
alimenticios
Es
habitual que en los hogares españoles exista gran tolerancia respecto a la mala
alimentación de los niños, permitiéndoles que coman lo que les apetezca, que se
salten comidas o que las disfruten a la hora que les plazca. Aún sin entrar en
casos extremos de anorexia, bulimia o vigorexia, y que ocurren más
frecuentemente de lo que creemos, los ciudadanos de este país no parecemos
querer tener unos buenos y saludables hábitos a la hora de alimentarnos. Por
consiguiente es complicado que nuestros hijos, que aprenden por imitación, los
adquieran.
Lo
peor es que cuando intentamos mejorar nuestra dieta, tendemos a hacer caso a lo
que nos dicen los amigos y conocidos, que se suelen contradecir unos a otros y
a menudo saben tan poco como nosotros mismos, en lugar de acudir a un experto
en nutrición, que aclare nuestras dudas y nos ayude de manera personalizada.
También
acostumbramos a poner excusas para no hacer ejercicio y por ello, muchos, en
busca de una necesitada pérdida de peso, recurren a la privación o sustitución
de comidas. Me gustaría insistir en que es mucho más sano hacer deporte y que
en realidad todos disponemos de tiempo más que suficiente, que usualmente
elegimos malgastar en actividades que no nos aportan nada. Aún así, las
personas que pasan una hora en el gimnasio por día siguen siendo vistas como
obsesas del fitness, cuando en realidad es una buena costumbre que todos deberíamos
adquirir.
Así
que por favor, lector o lectores, tened siempre presente que además de tener
una dieta equilibrada, es necesario tener una vida activa si queremos gozar de
buena salud desde la infancia hasta la vejez.
@LusDIvan
No hay comentarios:
Publicar un comentario