domingo, 12 de abril de 2015

El terrorismo internacional. Un riesgo global

    Voy a comenzar este tema, diciendo algo que sentará como "una patada en el culo" a la mayoría de la sociedad occidental (y más allá) y, muy especialmente, a aquellos que se hayan visto cerca de un atentado terrorista. Independientemente de la bandera o la causa tras la que se escuden, los terroristas son soldados que, persiguiendo algún objetivo, hacen la guerra del mismo modo que la hacen todos en esta era moderna llena de cobardes e hipócritas, con la salvedad de que ellos no pueden permitirse helicópteros de combate valorados en millones de dólares ni silos de misiles nucleares desde los que atacar o amenazar a otro continente en la otra punta del globo y a salvo de represalias.
    Es bien sabido que los ejércitos y gobiernos reconocidos son los primeros en hacer la guerra a base de atentados, asaltos de fuerza rápida y bombardeos desde el aire. Sin embargo, cuando alguien utiliza esos mismos medios para atacar a los países que consideran sus enemigos, sin pertenecer ellos a un Estado con un territorio propio y reconocido oficialmente por el resto de naciones (vamos, que salga en los mapas), rápidamente los convertimos en personas malvadas y dignas de ser odiadas por todos, que solo quieren sembrar el miedo sin razón alguna. Personalmente, considero tal forma de pensar bastante limitada, además de hipócrita y estúpida. Y quizás deberíamos tratar de cultivar la empatía hasta en los casos más extremos. Aunque, desde mi perspectiva, la elección de los objetivos de atentados terroristas resulta, al menos últimamente, bastante dudosa.
    Para que nadie piense que intento hacer apología del terrorismo, dejaré bien claro que me parece una forma de intentar resolver conflictos muy cobarde, amén de infructuosa. Poniendo el ejemplo de E.T.A., en España, que recientemente depuso las armas, aunque no esté completamente disuelta, y renunció a su lucha, no porque no sigan creyendo en su causa, sino porque se dieron cuenta de que a pesar de todas las muertes que causaron, no estaban más cerca de lograr sus objetivos.
    Concluiré excepcionalmente con una frase que define muy bien mi forma de pensar a este respecto, y a muchos otros, y que merece ser repetida para que sea recordada: "Deberíamos tratar de cultivar la empatía hasta en los casos más extremos".

Iván Lus
- @LusDIvan


1 comentario:

  1. No es que nos parezcan odiosos por no constituir un estado delimitado y "oficial", los terroristas. Yo creo que si quien nos ataca es un grupo terrorista no va a ser más grave que si quien lo hace es Italia, por poner un ejemplo. Es el hecho de ser atacados por alguien; cierto que si es Italia (o Francia o Colombia o quien sea) entonces tenemos a alguien definido a quien responder, simplemente no nos gusta que nos ataquen.

    Un saludo,
    podi-.

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