viernes, 13 de marzo de 2015

La corrupción. Lacra de la de la democracia

   Parece que en nuestro país (España; bueno yo hablaré de España pero corrupción hay de sobra en todos los países) hay cada día más corrupción, ¿no es cierto? Voy a intentar no mencionar casos concretos al escribir sobre este tema, de eso ya se encargan los medios, y lo hacen muy bien. Pero de lo que apenas oigo hablar es de lo que realmente es la corrupción, que por cierto no está tipificada como un delito en sí mismo ( :S ¡¡¡¿¿¿WTF???!!!), ni del daño que le causa a la sociedad, ya sea directa o indirectamente.
   Para empezar, dejaré claro que para mí, ser corrupto significa que una persona se aproveche de su cargo para sustraer dinero público o para obtener alguna clase de beneficio ilegítimo o inmoral y ya sea para sí mismo o para su partido. Especialmente cuando además exprimen a los ciudadanos intentando hacernos creer que el dinero que pagamos con nuestros impuestos no es suficiente. Esto incluye a los cargos políticos que reciben dinero a cambio de proporcionar un servicio u obra pública al que le paga en lugar de concedérselo a otro que quizás se lo merezca más.
   Habiendo dejado eso claro, debo decir que, por mucho que nos quejemos, la corrupción forma parte de nuestra idiosincrasia, no solo como sociedad, sino también como individuos. Aunque esto, claro está, no nos gusta admitirlo. Pero, ¿cuántos de nosotros no seríamos corruptos si realmente pudiéramos? Vivimos en una época en la que es muy habitual escuchar de boca de algunos "lumbreras" que para llegar a donde quieres estar, para tener lo que deseas, has de hacerlo abriéndote paso a codazos y pisando a quien haga falta o será a ti a quien pisoteen. Una mentalidad muy triste, si me preguntan, aunque mientras exista gente que viva de esa manera, seguirá siendo, en parte, verdad.
   Ahora que nos hemos sincerado con nosotros mismos, es momento de hablar del daño que nos causa a todos. Creo que no se piensa lo suficiente en que si alguien estafa dinero al Estado, ese dinero deja de utilizarse para cosas como las subvenciones, inversiones en educación o desarrollo, o para pagar medicamentos, pero el problema no acaba ahí, porque muchas veces, como funcionamos a base de créditos, a pesar de no disponer de dinero, se sigue gastando, y para ello, hay que pedir más, con lo cual el déficit público aumentará. Además, hay que darse cuenta de que cada caso de corrupción nos convierte en un país poco fiable para los inversores y los mercados internacionales, pero eso no hace que dejen de prestarnos dinero, sino que aumentan el tipo de interés al que nos lo prestan. Es decir, el déficit público volverá a aumentar. Eso es lo que hacen los corruptos por su tan amado país. Le impiden prosperar (y a menudo, lo hacen mientras enarbolan la bandera, con apariencia de patriotas).
   En definitiva, la corrupción es sin duda alguna un lastre para la sociedad democrática que todos queremos tener, pero yo, cada día estoy más convencido de que los engaños, estafas, embustes, trapicheos, artimañas y sobornos conforman, casi por si solos, la sociedad democrática que realmente tenemos. Aunque usted, lector, puede que no opine igual y esta conclusión le haya resultado ofensiva. Así que, por si acaso, ¿qué tal si yo le doy cien eurillos y usted me vota (+1) y recomienda mi blog a todos sus amigos y conocidos?

- Iván Lus
@LusDIvan



No hay comentarios:

Publicar un comentario