Anuncios, anuncios, anuncios.
Dado
que vivimos en una sociedad consumista, cualquiera entiende que la publicidad
es algo necesario, ¿no? Pero seguramente, muchos estarán deacuerdo conmigo, en
que, en los últimos años, la publicidad ha alcanzado cotas bastante excesivas.
Permítanme
explicarles mi punto de vista. ¿Cuántos anuncios creen que vemos cuando, por
ejemplo, vamos al cine a ver una película? No piensen solo en los trailers o
teasers y spots que ponen en la pantalla antes de que comience la “peli”. Dense
cuenta de la enorme cantidad de carteles publicitarios que se pueden encontrar
a la entrada de cualquier galería. Más aún, si van en coche, seguramente también
escuchen anuncios por la radio. Y aún más, si buscaron los horarios de la
cartelera, también se comieron anuncios por internet. Y todo esto sin olvidar
la publicidad insertada dentro del mismo film.
Anuncios,
anuncios, anuncios.
¿Es
realmente necesario este exceso de publicidad? Pues casi seguro que sí. Porque,
¿cómo si no íbamos a generarnos nuevas necesidades que cubrir?¿Qué sería de
este mundo capitalista si no incitamos el consumo interminable? De hecho, todo
aquel que tiene un producto que vender o un servicio que ofrecer, y no genere
publicidad, será digerido por nuestro modo de vida insaciablemente capitalista.
Porque todos sabemos que publicidad y ventas están directamente relacionados.
Para
mí, no es fácil vivir en un mundo así, pero es el que nos ha tocado y no parece
que podamos cambiarlo. Publicidad y consumo. Se podría decir que es casi la
definición de la sociedad moderna y, en mi humilde opinión, su mayor defecto.
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@LusDIván