viernes, 2 de enero de 2015

Pureza o libertad en el uso del lenguaje

El otro día, manteniendo una conversación (ligera), sobre el uso del lenguaje tras la siempre creciente revolución de las nuevas tecnologías, me preguntaron: “Pureza o libertad, ¿tú con quién vas?”. Lo cierto es que me quedé sin saber que responder. Pero ahora, pasados unos días, y habiéndolo meditado con calma, lo tengo bien claro. Libertad. Porque lo más importante del lenguaje que usemos, sea el que sea,  es sin lugar a dudas, el hacernos entender. Siendo esto así, ¿qué importancia tiene si nos comemos alguna que otra vocal, o utilicemos expresiones, por todos conocidas, como “tqm” o “bss”? Aunque tampoco debemos olvidar con quién estamos conversando, ya que siempre existe la posibilidad de que no nos entiendan o de que nos consideren irrespetuosos.
Por lo tanto, como lo importante es comunicarnos, ¿no será mejor que tengamos, al menos, un mínimo conocimiento de todas las jergas posibles? Además, la R.A.E. cambia sus “estiradas” normas cada año. Yo no podría seguirles el ritmo ni aunque quisiera. Resulta que ahora han cambiado muchas reglas de ortografía que aprendí a rajatabla (y a base de algún que otro reglazo) cuando era un niño.
Otra razón de peso para estar a favor de la libertad en el uso del lenguaje es, que en nuestra sociedad, lo correcto y lo incorrecto en todos los ámbitos (ética, ciencias, conocimientos, etc.) , está siempre sujeto al tiempo y al entorno en el que vivimos. Y ya que la libertad sexual, por poner un ejemplo, es hoy en día algo aceptable, ¿por qué no va a serlo la libertad a la hora de expresarnos con siglas y tecnicismos?
Este fue mi alegato güeys, así q m las piro y a otra cosa mariposa. Paz xo no sigáis dándome la chapa con chorradas de PCs, smartphones, o videojuegos de las PS. Ciao y q os den, mamones.
P.D.: La libertad de expresión mola mazo troncos.

XD


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